SEMPRONIO. ¡Oh vieja avarienta, garganta muerta de sed por dinero! ¿No serás contenta con la tercia parte de lo ganado?
CELESTINA. ¿Qué tercia parte? ¡Vete con Dios de mi casa tú, y esotro no dé voces, no allegue (1) la vecindad! No me hagáis salir de seso (2), no queráis que salgan a plaza las cosas de Calisto y vuestras.
SEMPRONIO. ¡Da voces o gritos, que tú complirás (3) lo que prometiste o complirás hoy tus días!
ELICIA. ¡Mete, por Dios, el espada! ¡Tenle, Pármeno, tenle! ¡No la mate ese desvariado!
CELESTINA. ¡Justicia, justicia, señores vecinos; justicia, que me matan en mi casa estos rufianes!
SEMPRONIO. ¿Rufianes o qué? Esperad, doña hechicera, que yo te haré ir al infierno con cartas (4).
CELESTINA. ¡Ay, que me ha muerto, ay, ay! ¡Confesión, confesión!
PÁRMENO. ¡Dale, dale; acábala, pues comenzaste! ¡Que nos sentirán (5)! ¡Muera, muera; de los enemigos, los menos!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario